Representantes de 14 países del continente se reúnen hoy lunes, 13 y el martes,14 de diciembre en la ciudad de Panamá, para tratar temas relacionados con el tráfico ilícito y uso indebido de armas de fuego en América Latina, como una amenaza para la seguridad mundial.

El evento regional que congrega a los miembros de la Comunidad de Profesionales contra el Tráfico Ilegal de Armas y Delitos Conexos en América Latina, cuenta con el respaldo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, del Programa Global de Armas de Fuego y el Ministerio de Seguridad Pública.

Al dar la bienvenida a los participantes en esta reunión regional, el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, destacó que los países deben aplicar medidas que permitan erradicar el tráfico ilegal de armas, “que debe considerarse como una pandemia que amenaza la paz y seguridad de nuestros países”.

El ministro Pino señaló que Panamá ha tenido resultados positivos en la lucha contra el tráfico ilícito de armas de fuego, logrando la destrucción de casi 15 mil armas ilegales durante la administración del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, mediante una estrategia que ha permitido erradicar del territorio nacional las armas ilegales.

Por su parte, la representante adjunta para América Latina del Programa Mundial de Armas de la ONU, Melissa Flynn, manifestó que el tráfico de armas “es un problema global, del que múltiples estudios apuntan que dos de cada tres homicidios en América Latina se producen mediante el uso de armas de fuego”.

“El tráfico de armas es un delito transnacional que requiere de un tratamiento prioritario, donde la cooperación y el intercambio de información internacional es fundamental para desmantelar las redes de tráfico de armas, que llegan a convertirse en bienes ilícitos de un alto poder lucrative”, explicó Flynn.

La agenda que comprende tres sesiones presenta asuntos a tratar como la investigación y enjuiciamiento de los delitos de tráfico de armas de fuego, su procesamiento en los tribunales de justicia, cooperación internacional e intercambio de información para detectar el tráfico ilegal de armas, asistencia judicial mutua en casos de confiscación de armas de fuego ilícitas, entre otros temas de importancia regional, que entrelazan de manera paralela con el tráfico ilegal de armas de fuego diferentes formas de criminalidad, como el tráfico de personas y de drogas.

Representantes de Argentina, Bolivia, Brazil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay, Venezuela y Panamá trabajarán sobre las consecuencias que tiene para América Latina la violencia que generan las armas de fuego, así como el tráfico ilícito y el uso indebido de armas de fuego, el cual está intrínsecamente vinculado a las organizaciones y redes criminales, como facilitadores de delitos violentos, y herramientas para perpetrar el poder, que además constituyen lucrativos productos del tráfico que alimentan los conflictos armados, el crimen y la inseguridad. 

La apertura de esta reunión estuvo a cargo de Roberto Rodríguez Codesal, de la Oficina de Justicia Penal y Prevención del Delito del Programa Mundial de Armas de Fuego de la Organización de Naciones Unidas (ONU); del ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, Melissa Flynn, representante adjunta para América Latina del Programa Mundial de Armas de la ONU y Simonetta Gracci, representante del Programa Mundial de Armas de las Naciones Unidas, junto con el viceministro de Seguridad Pública, Ivor Pitti, los directores de los estamentos de seguridad del país, expositores e invitados especiales.