Especialistas en psicología y trabajo social del Ministerio de Seguridad Pública junto a la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada y el apoyo del Servicio Nacional de Fronteras, realizaron una diligencia durante dos días en un albergue y en varias comunidades ubicadas en el cordón fronterizo, para recopilar información de las cinco menores de edad, posible víctimas de trata de personas, que fueron rescatadas  en la operación binacional entre Panamá y Costa Rica, denominada “Luz de Esperanza”.

Silvia Cesar,  trabajadora social del equipo técnico evaluador, explicó que la diligencia incluyó varios puntos en las comunidades de Las Lomas, El Progreso, Finca Zapatero y La Esperanza, una acción que se hizo como parte de la responsabilidad que tiene la Comisión Nacional contra la Trata de Personas, que preside el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, de velar por la protección de las víctimas. Durante la diligencia se entregó alimentos y útiles escolares a las menores víctimas.

En la diligencia, se hicieron entrevistas sociales, estudios sociofamiliar, domiciliario y evaluaciones por parte de la especialista en psicología del Ministerio de Seguridad Pública (Minseg) y un equipo técnico evaluador, que como parte de su labor, realiza un seguimiento continuo con base al Plan de Intervención Inmediata.

Esta acción tiene como finalidad identificar las necesidades de las víctimas, y de forma individualizada, dar atención psicológica, terapia, atención médica, asesoría legal y  ayuda humanitaria.

El equipo del Minseg, junto con personal de la Fiscalía contra la Delincuencia Organizada viajó hasta el distrito de Barú, corregimiento de El Progreso, en finca Zapatero en la zona fronteriza con Costa Rica, como parte de un proceso de investigación de la “Operación Luz de Esperanza”, en la que se logró desarticular y capturar a dos integrantes de un grupo que se estaba dedicando a la trata de personas, en la modalidad de explotación sexual.

El subcomisionado César Villar, ejecutivo de la Cuarta Brigada Occidental de Senafront, explicó que la “Operación Luz de Esperanza” fue un trabajo de seguimiento por más de cinco meses, para realizar las gestiones con las autoridades competentes, que permitieron rescatar a las menores víctimas y lograr dos capturas en Panamá; en coordinación con los investigadores de Costa Rica también se detuvo a un hombre vinculado a este caso.

Sobre este  caso, que se encuentra en la etapa de investigación por parte de las autoridades de Panamá, se realizan coordinaciones correspondientes para emitir una alerta, que permita la captura de una mujer que figura como una de las cabecillas de la organización, que presuntamente usó como víctimas a varias menores de edad, aprovechándose de las vinculaciones familiares, inocencia y de la condición de vulnerabilidad en la que vivían las niñas.