El semisumergible detectado por el Servicio Nacional Aeronaval (Senan) al Sur de Isla Coiba en Veraguas y en donde se retuvo a tres colombianos con 829 paquetes de supuesta sustancias ilícitas dentro de 45 bultos, llevaba una carga valorada en el mercado internacional en 5 millones de dólares.

En lo que va de 2023, el Senan  ha realizado 42 operaciones y ha decomisado cerca de 21 toneladas de drogas, en cumplimiento de la estrategia del Estado, que busca garantizar la seguridad en los espacios aéreos, marítimos y terrestres del país.

El subcomisionado del Senan, Félix Kervin, explicó que este tipo de embarcaciones son construidas en áreas costeras remotas del Pacífico, porque deben ser indetectable por la fibra de vidrio a la hora de cargar la sustancia ilícita y cuando se lanza a la mar.

Según el comisionado Kervin, el Senan ha mejorado sus capacidades técnicas y humanas y ha fortalecido las alianzas estratégicas con los otros estamentos de seguridad y a nivel regional.

Mediante misiones de patrullaje y control del tráfico marítimo ilícito, en los últimos en 11 años, ha habido más de 21 operaciones antinarcóticos, el aseguramiento e interdicción de 10 artefactos de fabricación artesanal; la incautación de 11.4 toneladas de cocaína y la aprehensión de 28 extranjeros: 23 colombianos y cinco ecuatorianos.

La articulación operacional de los resultados operacionales se desglosa así: más de seis toneladas de cocaína han sido incautadas en el Océano Pacífico y cinco toneladas de esta misma sustancia en el Mar Caribe, cuyo valor aproximado es de mil 462 millones de dólares.

La última operación de patrullaje aéreo se realizó la noche del sábado, 6 de mayo de este año, al Sur de Isla Coiba, cuando el Senan en conjunto con la Fiscalía de Drogas de la provincia de Veraguas, decomisó un total de 829 paquetes.

La lanchas de bajo perfil son artefactos artesanales construidos con fibra de vidrio en astilleros clandestinos en la zona Sur del Pacífico colombiano, con capacidades similares a las de un artefacto semisumergible autopropulsado, pero por su tipo de propulsión con motores fuera de borda, está obligada a navegar casi al nivel de la superficie del mar y pueden alcanzar velocidades entre los 10 a 20 nudos.

En cambio, un semisumergible autopropulsado son artefactos artesanales construidos en astilleros clandestinos en la zona de Córdoba, Antioquia, Chocó y la Guajira del Caribe colombiano. El artefacto cuenta con mayores capacidades a las de una lancha de bajo perfil.