La extensión del corredor humanitario controlado para atender la migración irregular entre Panamá y Costa Rica, ha sido positiva para todos, especialmente para la comunidad de Paso Canoas, ubicada en la zona fronteriza de los dos países, dijo el ministro de Seguridad Publica, Juan Manuel Pino.

El Ministro llegó a Paso Canoas, acompañado del director  del Servicio Nacional de Fronteras, Jorge Gobea, de la subdirectora del Servicio Nacional de Migración, María Isabel Saravia, del director de la Policía Nacional, John Dornheim y del director del Servicio Nacional Aeronaval, Eliécer Cárdenas, para supervisar la administración del flujo de migrantes irregulares hacia Costa Rica, a través de la extensión del corredor humanitario.

“La idea de otorgar ese flujo migratorio ha sido muy bueno, más humanitario, con más protección para los migrantes y menos impacto para nuestra sociedad”, explicó el ministro Pino.

Durante la visita de las autoridades panameñas,  el ambiente en la zona fronteriza de Paso Canoas era normal y solo se observó el cruce regular de camiones articulados de Panamá hacia Centro America.

Luego de reunirse con el personal que trabaja en la estación del Servicio Nacional de Fronteras en Paso Canoas, para verificar el flujo controlado, el Ministro indicó que todo cambió hace 12 días y que a través del nuevo sistema, se han atendido a 20 mil 889 personas migrantes que pasaron por Panamá e ingresaron directamente a 10 kilómetros dentro de Costa Rica.

El impacto para la comunidad ha bajado y las actividades delictivas han disminuido en Paso Canoas, aseguró el titular de Seguridad de Pública.

El pasado 6 de octubre los presidentes de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen y de Costa Rica, Rodrigo Chaves, se reunieron en la provincia de Darién y recorrieron las comunidades por donde ingresan los migrantes irregulares.

Después de la reunión se emitió una declaración conjunta en la que definieron un mismo objetivo sobre la crisis migratoria en la región.