Las comunidades rurales y apartadas de Panamá recibirán por primera vez medicamentos, vacunas y pruebas diagnósticas mediante el uso de drones, gracias a un convenio interinstitucional firmado entre el Ministerio de Salud (Minsa) y el Ministerio de Seguridad Pública (Minseg), el cual tendrá una duración de tres años y refleja la voluntad firme de dos ministerios que se unen por el bienestar del país.

“Este convenio es innovador y se convierte en puente de equidad por primera vez en la era democrática del país. El uso de drones para transportar medicamentos, vacunas, pruebas diagnósticas y otros insumos esenciales abre caminos donde antes había barreras y asegurará que ningún panameño quede excluido por la distancia o las dificultades del terreno”, destacó Abrego.

El convenio establece que corresponde al Minsa asumir la misión de velar por el acceso justo y continuo a medicamentos de calidad, mientras que el Minseg aporta disciplina y capacidad operativa para llegar a cada rincón del territorio. El Servicio Nacional Aeronaval (Senan), será un aliado estratégico de la salud pública.

De acuerdo con el Ministro, el seguimiento y la evaluación de este acuerdo de corte social permitirán comprobar el impacto real en la vida de las comunidades. “Cada entrega más rápida, abastecimiento continuo e indicador de salud que mejore será testimonio de que la cooperación interinstitucional transforma el entorno social”, afirmó.

Por su parte, el ministro de Salud, Fernando Boyd Galindo, destacó que gracias a tecnologías que antes no existían, ahora es posible utilizar drones para transportar no solo medicamentos, sino también pruebas diagnósticas necesarias en las comunidades, las cuales pueden ser enviadas directamente a un hospital. “Una vez estén en funcionamiento los hospitales de Guararé, San Isidro y Bugaba y se consolide toda la red de atención, será posible trasladar los resultados de manera inmediata. De esta forma, el médico podrá conocer directamente el diagnóstico del paciente y determinar el tratamiento que debe recibir.

En este encuentro estuvo la representante de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, Ana Rivière-Cinnamond. Explicó que la idea surgió hace dos años en la comarca Ngäbe-Buglé, en el marco del control de la malaria. “Pude constatar el tiempo que toma llegar y luego caminar largas distancias. Observé a niños con parasitosis y nos preguntamos cómo podíamos acercar la salud y los medicamentos a las personas que más lo necesitan. A partir de esa experiencia, iniciamos conversaciones en Uruguay y trabajamos en adaptar el modelo a Panamá”.